Como toda respuesta

Los árboles arden

en el rojo crepitar

de las hojas del otoño;

y desde el río sube

una canción

de pescadores.


Los botes taciturnos

se balancean 

sobre el agua;

y el sol, dulce naranja,

rueda por el cielo

más allá del monte.


Y no es tristeza

sino

una lejana pregunta,

que empuja

con su enigma

sobre los hombros.


El viento susurra

sobre la copa

de los árboles;

y hasta parece

que quisiera

decir algo.


Pero calla.


Y mientras la noche

tiñe de oscuro

la ribera,

los pescadores fuman.


Lanzo una piedra

y en las ondas del agua,

flota el silencio

como toda respuesta.

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