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Mostrando entradas de enero, 2021

Poema en construcción

El hombre construye su casa. Levanta día y noche, ladrillo por ladrillo, un muro que lo cobije del frío, del hambre; del puño de rabia que golpea los ojos furibundos, la boca tiesa, la otra mejilla que ofrece mientras baja la cabeza. Clava sus huesos, tirante por tirante, sobre la oscura viga que lo atraviesa. Hunde sus piernas en el barro, columnas de un templo de adobe; y encadena su cuerpo a la tierra. Entre los párpados pesa una bolsa de portland; y su cuerpo se balancea sobre el alto esqueleto de una escalera. El corazón bombea balde tras balde: sangre por agua, sudor por cemento, piel por arena. Las aberturas se cierran y el corazón se detiene sobre la puerta. La casa está en pie. El hombre, ahora descansa.

Carta desde un país lejano

"-De dónde vienes?-preguntó Ana. -De la guerra. -Qué es la guerra -Un ruido espantoso que se te mete por los ojos, por los oídos, por la nariz, por la boca" (Ana y el agua muda - Julio Inverso) Tengo miedo madre. La selva me engulle y un par de ojos dorados me observa detrás del follaje. En el fondo del lago veo la cara del hombre que ha muerto entre mis manos. La muerte me busca, madre; esa serpiente ciega y oscura. Navega por los ríos, trepa por la ladera de los montes y se escurre entre los arrozales. El viento silba una canción triste en un lenguaje extraño y olvidado. Cargo con mi compañero que se desangra y en un hilo de voz, llama a su madre, a su novia; y el aire no le alcanza (aquí el aire es rojo y amargo y cuando respiras una navaja recorre tu garganta). Le digo que sea fuerte, que pronto estará en la granja con su padre segando el maíz, montando a caballo; y correrán con Peggy hasta el arroyo, limpio y cristalino como una bendición, sin ojos que observen desde la

Año nuevo

Apagado el último estruendo decembrino y asomado el lucero que anuncia el año nuevo, vuelve la esquina a su silencio, la terraza a sus alambres, la ventana a sus postigos. Los perros a sus huesos, los gatos a sus amores. Mi cuerpo se acostumbra nuevamente a los calores y mi esperanza al desengaño, de saber que por un cambio de cifra en el calendario, no va a cambiar el año.