Carta desde un país lejano
"-De dónde vienes?-preguntó Ana.
-De la guerra.
-Qué es la guerra
-Un ruido espantoso que se te mete por los ojos, por los oídos, por la nariz, por la boca"
(Ana y el agua muda - Julio Inverso)
Tengo miedo madre.
La selva me engulle
y un par de ojos dorados
me observa detrás del follaje.
En el fondo del lago
veo la cara del hombre que ha muerto
entre mis manos.
La muerte me busca, madre;
esa serpiente ciega y oscura.
Navega por los ríos,
trepa por la ladera de los montes
y se escurre entre los arrozales.
El viento silba una canción triste
en un lenguaje extraño y olvidado.
Cargo con mi compañero que se desangra
y en un hilo de voz,
llama a su madre,
a su novia;
y el aire no le alcanza
(aquí el aire es rojo y amargo
y cuando respiras
una navaja recorre tu garganta).
Le digo que sea fuerte,
que pronto estará en la granja con su padre
segando el maíz, montando a caballo;
y correrán con Peggy hasta el arroyo,
limpio y cristalino
como una bendición,
sin ojos que observen desde la costa.
Le miento
para mentirme.
Pero tengo miedo madre.
Dios no responde mis llamados.
Él también está cansado
y sucio.
Quiso salirse de este negocio,
por eso envió a su hijo
y se lo mataron.
Desde entonces no es el mismo.
Y nos ha dejado aquí
en medio de la metralla y el estruendo.
La noche se acerca sigilosa.
El silencio pesa sobre nuestros cascos.
Un tigre amarillo merodea mi tienda
y tengo miedo.
Comentarios
Publicar un comentario