Imitación de la vida
Están ahí recostados al sol, viendo pasar toda la vida que cabe en la ventana. Están ahí e imploran dar con la cifra mágica de la quiniela; repasan, por enésima vez, el trayecto erróneo de la pelota deseando que no sacuda el travesaño y ahora entre redonda por el ángulo. Y que la muchacha del vestido de flores que imita la primavera, esta vez, diga que si. Pero un melancólico tango se desparrama por las cascadas paredes del bar. Y miran sus dedos viejos quemados por el alquitrán; y escarban sus bolsillos buscando un recuerdo más parecido a una vida feliz. Pero solo encuentran pedazos de nada; mientras afuera el ritmo de la vida detiene su pulso anunciando la noche.